Sigue sangrando por la herida el presidente López Obrador. Dolido por el reportaje donde se desnuda la corrupción y el influyentismo de su hijo José Ramón López Beltrán, se ha ido contra periodistas y medios de comunicación. Al ver que sus dichos no afectan la reputación de los defenestrados, ahora el presidente se pone a dar clases de periodismo desde el punto de vista de la Cuarta Transformación. El periodismo, desde su definición más clara, es un bien social que está al servicio de los ciudadanos, no al servicio del poder.

Sin embargo, el presidente López Obrador dice que el periodismo debe estar a favor de su movimiento: «Nada de que somos objetivos. Habría que preguntar si hay objetividad en el periodismo. ¿Por qué no tomar una decisión? Eso no significa convertirse en aplaudidor del que está en el gobierno, pero no engañar». La decisión que el presidente quiere que medios y periodistas tomen es si están del lado de su movimiento o en contra.https://googleads.g.doubleclick.net/pagead/ads?client=ca-pub-7121219321027017&output=html&h=167&slotname=6246041160&adk=1940385439&adf=600743258&pi=t.ma~as.6246041160&w=666&fwrn=4&lmt=1644348995&rafmt=11&psa=1&format=666×167&url=https%3A%2F%2Flibertadbajopalabra.com%2F2022%2F02%2F08%2Flopez-obrador-clases-de-periodismo-el-periodismo-es-lo-que-yo-digo-que-es-si-esta-con-nuestro-movimiento-es-bueno-sino-es-malo%2F&flash=0&wgl=1&uach=WyJXaW5kb3dzIiwiMTAuMC4wIiwieDg2IiwiIiwiOTcuMC40NjkyLjk5IixbXSxudWxsLG51bGwsIjY0IixbXV0.&dt=1644348994753&bpp=3&bdt=1002&idt=489&shv=r20220203&mjsv=m202202020101&ptt=9&saldr=aa&abxe=1&cookie=ID%3Dcb2b8dc00afc8959-22cc102b75cb00fc%3AT%3D1628098935%3ART%3D1634766796%3AS%3DALNI_MZ605wvE70MLNlafPFNmDz9bVLoLQ&prev_fmts=0x0%2C1050x280%2C678x280&nras=1&correlator=1846633898081&frm=20&pv=1&ga_vid=1377928621.1597700142&ga_sid=1644348995&ga_hid=1510485104&ga_fc=1&rplot=4&u_tz=-360&u_his=1&u_h=768&u_w=1366&u_ah=728&u_aw=1366&u_cd=24&u_sd=1&dmc=4&adx=162&ady=2093&biw=1349&bih=625&scr_x=0&scr_y=0&eid=42531397%2C31062422%2C31064715%2C31063221%2C21067496%2C31062930&oid=2&pvsid=3038741032386500&pem=46&tmod=1678481840&uas=0&nvt=1&eae=0&fc=1920&brdim=0%2C0%2C0%2C0%2C1366%2C0%2C1366%2C728%2C1366%2C625&vis=1&rsz=%7C%7CeEbr%7C&abl=CS&pfx=0&fu=128&bc=31&ifi=4&uci=a!4&btvi=2&fsb=1&xpc=8BU0LOuYyM&p=https%3A//libertadbajopalabra.com&dtd=493

Después de eso el presidente volvió a la carga: «Ahora que se generó esta polémica porque ejercí mi derecho de réplica, señalando que Carmen Aristegui mantiene con sutileza la misma máxima del hampa del periodismo, de que la calumnia cuando no mancha, tizna y que en su reportaje de mi hijo (José Ramón López Beltrán), llegó a decir que era el equivalente de la Casa Blanca y ya tiene tiempo que tiene esa actitud porque simularon por años».

El presidente se desangra, no quiere que le curen la herida, la quiere abierta, para que sus seguidores se den cuenta de su suplicio, sufrir por la calumnia de los que le acusan de corrupto y deshonesto. ¡Todo un mártir el presidente López Obrador!