Por Libertad Bajo Palabra

El hijo de López Obrador mejor se debió dedicar a la literatura, a escribir cuentos fantásticos como Borges o de realismo mágico como García Márquez. Después de más de dos semanas de que los mexicanos están exigiendo saber de dónde obtiene los ingresos el hijo del presidente, ingresos que le permiten darse el lujo de rentar una casa de un millón de dólares, y después comprar una casa de 19 millones de pesos, ahora el junior sale con que es asesor legal de una desarrolladora de viviendas de lujo.

Para darle más verosimilitud a su historia, López Beltrán anotó la página web de la empresa donde trabaja, la cual por cierto fue creada un día antes del anuncio. Pero eso no es todo. La empresa en la que supuestamente es asesor legal José Ramón López Beltrán casualmente es propiedad de un empresario asesor de AMLO, justo al que le encargó la obra del Tren Maya. En serio, estos sujetos ya ni la burla perdonan.

En realidad, la historia del cándido López Beltrán está dirigida a los chairos, quienes se creen todo lo que su presidente les diga. Si un día López Obrador les dice que la fortuna de su hijo le cayó del cielo, los chairos no lo dudarían ni un instante. Pero la sociedad pensante de este país cada día se da más cuenta de la deshonestidad del presidente, de la corrupción que busca encubrir, de las ganas de vernos la cara como si fuéramos su burleta.