Por: Alejandra Cortina

Se dice que la niñez es el futuro y esperanza de la sociedad, por lo que además de requerir cuidados, merecen una protección especial para que tengan un adecuado desarrollo en todas las esferas de su vida. Sin embargo, a raíz de la pandemia por COVID-19 se ha visto modificada la forma de vida de los hogares, generando con ello un fuerte impacto en los menores de edad que han visto limitada su socialización, el acceso a la educación, servicios esenciales de salud y alimentación, entre otros derechos, siendo la economía familiar uno de los aspectos determinantes en la forma en que se vive el confinamiento.

Al respecto, en 2020 se realizó la “ENCOVID Infancia” por EQUIDE-UIA, UNICEF México y la OEI, con la intención de generar información a nivel nacional que permitiera visibilizar y comprender los efectos de la Pandemia por COVID-19 en el bienestar de los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) de México. Los principales hallazgos de dicho estudio muestran que los hogares con NNA enfrentan el confinamiento con mayores desventajas.

Se ha verificado que mientras las familias sin NNA cuentan con un promedio de 2.6 integrantes, las que sí tienen NNA están integradas por un promedio de 4.9 personas, es decir, requieren de mayores recursos para cubrir sus necesidades.

Además, el 62.2% de las personas de hogares con NNA trabajan en el sector informal, situación que incrementa la vulnerabilidad ante la perdida de empleos e ingresos que se ha incrementado durante la pandemia.

Si bien, este sector de la población ha presentado menores casos de contagio y de defunción, la afectación derivada de la pandemia se extiende a aspectos psicosociales y de derechos.  En este sentido, el Dr. Hugo López Gatell, durante la conferencia matutina del pasado 27 de abril señaló “tenemos cerca de 600 personas en la edad infantil que han perdido la vida de manera directa por el COVID, lo que muestra, comparado con las cantidades importantes de personas adultas que es una afección limitada en ese aspecto”. Entre otras cosas valdría la pena que el Dr. Gatell explicara cual es el grupo de edad que están considerando como “infantil”.  

Es necesario precisar, que, si bien la estadística de defunción en “edad infantil” es baja, las dificultades que los NNA están experimentando actualmente sí afectan su salud integral incluyendo la emocional y social, por la etapa del desarrollo en que se encuentran dependen en gran medida del entorno para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, habitación y vestido, así como las de segundo y tercer orden como son seguridad, protección y afecto, por ello, la estabilidad económica de las familias, la dinámica laboral o la pérdida de alguno de los integrantes puede tener un impacto a corto, mediano y largo plazo en su desarrollo y su vida adulta.

Por ello es necesario visibilizar la situación que los menores están experimentando desde una perspectiva amplia y sistémica que considere el bienestar emocional de las familias, el cuidado y acceso a los sistemas de salud y enfáticamente la economía y estabilidad laboral de los hogares  con NNA de nuestro país y nuestro estado.