Dictar prisión preventiva a Rogelio Franco Castán no representa un acto de justicia, cuando en realidad nunca debió ser detenido, menos aún pasar más de dos años y medio en el penal de Amatlán, por delitos inventados para mantenerlo apartado del ejercicio político.

La guerra contra partidos diferentes a Morena se ha manifestado desde los primeros días del mandato de Cuitláhuac García Jiménez y Eric Cisneros, todavía no se detiene incluso a finales de este castigo permanente contra la libertad de los veracruzanos.

La historia de Rogelio Franco, ex líder del PRD en el estado, es sólo un ejemplo de la utilización del Poder Judicial con fines políticos. La detención injustificada del entonces candidato a una diputación federal plurinominal por el PRD fue creada artificialmente a través del delito, también fabricado, de ultrajes a la autoridad. El resto de la historia es conocida en todo el país.

La intención de sacarlo de la vida política que a la aplicación de la Ley Ultrajes a la autoridad, fue bautizada como la Ley Franco, por ser hecha a la medida de quien fuera secretario de gobierno por el PRD en la administración de Miguel Ángel Yunes.

En el panorama político actual puede verse a Rogelio Franco como el líder que levantará al PRD de la quietud agonizante en la que se encuentra. Su libertad podría impulsar al partido al que siempre fue fiel contra viento y marea. En una especie de similitud con los libros sagrados, proporciones guardadas, puede ser que Rogelio diga: PRD, levántate y anda.

Si de algo está carente el PRD es de líderes, de representantes sociales, de gente que se sienta identificada con sus guías, de representantes que hagan escuchar sus voces. Si el PRD quiere puede resurgir, dejar atrás las malas compañías y regresarle a la gente la identidad que le dio origen.

A partir de la decisión tardía de un juez de llevar el proceso en su casa, se muestra la saña con la que se ha actuado, desde el poder, contra un contrincante político, incluso contra sus correligionarios, basta y sobra con que la gente son sea de las simpatías para echarle la fuerza pública como sucedió cuando el mismo día que un juez declaró la prisión domiciliaria a Rogelio Franco, se detuvo a otro perredista Arturo Herviz Reyes, exalcalde de Ángel R. Cabada, por los delitos de ejercicio indebido del servicio público y uso de documento falso, presuntamente cometidos en 2019. A la seis horas de la detención fue liberado, gracias a los buenos oficios profesionales del abogado Tomás Mundo.

El exlíder del PRD en Veracruz será presentado en audiencia inicial ante el juez de Proceso y Procedimiento Penal Oral del Distrito Judicial de Xalapa dentro del proceso penal 277/2022.

Militantes del partido confirmaron la versión y relataron que se comunicó con ellos para informarles que venía en camino, pero fue detenido por policías ministeriales.

Herviz Reyes fue alcalde de Ángel R. Cabada durante el periodo 2018-2021 por la coalición PAN-PRD. En 2019 la cuenta pública de su municipio presentó un daño patrimonial por 20 millones de pesos derivados de obras inconclusas.

Arturo Herviz Reyes fue candidato a gobernador por Veracruz y ha sido diputado local por Veracruz, diputado federal y senador. Dos veces alcalde de Ángel R. Cabada, también asesoró a la Asociación Nacional de Productores de Caña de Azúcar.

La forma dictatorial del gobierno veracruzano se dio el lujo de detener a uno de los aspirantes a la candidatura de Morena a la Presidencia de la República.

El senador y exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, quien denunció que fue detenido y encañonado por policías estatales de Veracruz.

Manuel Velasco viajaba por Coatzacoalcos con su equipo de trabajo cuando un convoy de policías estatales veracruzanos les dio alcance y cerraron el paso. Acto seguido, le ordenaron bajar del auto mientras lo encañonaban junto a su chofer.

El legislador chiapaneco dijo que le cerraron el paso y los encañonaron a él y a su chofer: “Nos retuvieron por media hora, no nos dijeron nada, eran policías de Veracruz”.REPRESIÓN EN VERACRUZ

El clima de represión e inseguridad priva en la entidad, donde se detiene a inocentes y se permite la libertad a los verdaderos delincuentes como el hecho sucedido en Poza Rica, donde días antes se habían encontrado 17 cuerpos congelados en dos casas de ese municipio.

Por la región norte de la entidad, en Papantla, el jueves 17 un cuerpo desmembrado con un mensaje de la delincuencia organizada fue abandonado en la carretera Poza Rica-Cazones, a unos 25 minutos de Poza Rica, esto a unas horas del anuncio de la llegada de más de 700 elementos de fuerzas federales para resguardar la seguridad en la región.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública arribaron al lugar para levantar los restos, acordonar la zona y retirar el mensaje que, entre otras cosas, señalaba: “¿Qué esperas, Cuitláhuac?”, en alusión al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez.

El gobernador mencionó que hay más de 600 elementos de las fuerzas federales resguardando la ciudad de Poza Rica y en las próximas semanas llegarán otros 100, luego de los hechos violentos del pasado 13 de agosto, luego de encontrar los cuerpos congelados

La zona petrolera, Poza Rica, Tihuatlán, Coatzintla y Papantla, ha sido escenario de siete masacres, con 49 muertos; agresiones a bares, una media docena de hallazgos de restos humanos, ejecuciones y ataques con granada contra instalaciones de la policía.

En este escenario de violencia en Poza Rica, que preside del ex beisbolista Fernando Luis, El Pulpo Remes, ha cambiado cuatro veces la dirección de la policía municipal en los últimos ocho meses.

Con esta situación se muestra de la complicidad de la policía municipal con grupos delictivos.

Veracruz encarcela a los inocentes que le estorban a la camarilla en el poder estatal y deja actuar a los verdaderos delincuentes que llenan de sangre la entidad.