Revista Viva Voz
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Antes de que me señale de clasista, permítame informarle que yo fui educada en escuelas públicas hasta la preparatoria, la universidad sí fue en una escuela privada, soy orgullosamente ex AUNO.
En mi época la diferencia entre la educación pública y privada no era tan abismal como ahora, sobre todo por el uso de la tecnología.
Y esta diferencia se remarca mucho más ahora, que las escuelas privadas están haciendo esfuerzos para atender a los alumnos en forma presencial y las escuelas públicas no.
Hace días tuve la oportunidad de charlar con el ingeniero José Rogelio Varela Cáñez, presidente de la Federación de Escuelas Particulares del Norte de Sonora, quien me explicó que en el caso de la mayoría de las escuelas privadas, la pandemia solo les ayudó a acelerar el proceso de tomar las clases en línea.
“Antes de la pandemia se le daba mayor importancia a la educación a distancia en preparatoria y universidades, ni en secundaria existía, menos en primaria y preescolar, porque en esos niveles necesitan más el apoyo del maestro o la maestra”.
“Sin embargo la pandemia nos obligó a utilizar la tecnología para continuar con la educación, aunque nosotros consideramos que es muy importante la socialización del niño. Por eso nos esforzamos en brindar clases en forma presencial, pero por el tema de la sana distancia una semana viene un grupo y la siguiente otro”.
“Los menores de edad requieren más supervisión cuando están en línea, y a veces los padres o madres de familia no pueden brindársela. En algunas ocasiones esto genera estrés en el niño o la niña y no se cumple con el objetivo que es educar”.
Y los maestros, las maestras, ¿están preparados para la educación a distancia?
“En la institución que dirijo, Colegio Bicultural Génesis, no tenemos el concepto de maestro sino coaches, ya que somos guías para que los alumnos investiguen y aprendan”, comentó el presidente de la federación de escuelas privadas del norte de Sonora.
Y para no generar malos entendidos, van mis comentarios del tema.
Según la SEGOB la violencia intrafamiliar aumentó en un 120 porciento durante el confinamiento por COVID, y mientras otros crímenes bajaban en su incidencia, las violaciones contra menores de 15 años aumentaron.
Se habla mucho sobre el COVID, perdón corrijo, en Sonora se ha dejado de informar sobre el COVID, nunca pensé que diría esto pero sí extraño a Enrique Claussen.
El punto es que ni se habla de COVID, ni se orienta a la sociedad sobre cómo está la incidencia de enfermos y muertos por este virus, y lo más lamentable, no hay programas de apoyo para esos niños y niñas que están en su casa porque no tienen el alivio de ir a clases, y hoy son violados por los familiares que los acompañan.
¿Si sabe que la mayoría de las violaciones se registran en la propia casa o en la de los familiares?
Demasiada costosa la curva de aprendizaje del nuevo gobierno, ¡ya es hora de actuar! ¿no?
Gracias por su atención y tiempo, y por favor, ¡sonría!, recuerde que podría ser peor.