Inocencio Yáñez Vicencio

Después de muchos, pero muchos años de haber escuchado los peores descalificativos en el hogar, en la escuela, en la calle, en el centro de trabajo, en la Iglesia, en la televisión, en el cine, en el teatro, en las reuniones de amigos, en los clubes… contra la política, los políticos y los partidos políticos, es comprensible que veamos todo lo relacionado con la política, porque inclusive la relacionamos con prácticas de las cuales no se ocupa, pero se culpa.
Lo primero que deberíamos tener claro es que la política nace ahí donde hay diferencia y se busca por la vía pacífica el acuerdo. El mismo liberalismo al concebir la base del Estado como monolítica, niega la política, haciéndolo representante de una voluntad general o un bien común dado. Un interés particular, de una clase, que se hace pasar como interés general. Nada de raro tiene que Sieyés halla dicho que el Tercer Estado, la burguesía era todo y en 1791 se hayan proscrito las sociedades intermedias. El Abad por eso propuso una la figura COMICIOS ( que nada tenía que ver con la institucion de la Antigua Roma), que propondría a los elegibles, en una elección de tercer grado, figura que desaparecía pasando la elección. El voto como funciona lo dice todo. El cuerpo electoral sólo activa los otros órganos. El poder para Georg Georg Jellinek, no viene de las urnas sino del estatuto producido en el acto constituyente, por lo cual el ganador de unas elecciones únicamente adquiere el título que la da el derecho de ocupar tal o cual cargo o función . Los partidos por eso son vistos como partitocracia, es decir, que son entes extraños al Estado, sin embargo cada día ejercen más y más funciones estatales que exigen su plena regulación y democratización, porque los mismos controles republicanos han pasado del interior del Estado a la relación gobierno- oposición
Esta es la razón por la que tramposamente se desnaturaliza la política queriéndola hacer pasar por sus desviación, cuando quien se apartó de lo común o del servicio público, simplemente dejó de practicar la política. Se equivoca Luis Villoro cuando afirma que el valor del poder político depende de la causa a la que sirve. No, el poder político para serlo debe servir a lo político, a lo común. Cuando el poder sirve a intereses personales, sencillamente deja de ser político . Los políticos que al llegar al poder, se apropian de nuestros impuestos para enriquecerse ellos y sus hijos, dejan de ser políticos y por lo tanto se transforman en verdaderos delincuentes.
Pero ¿ por qué estás tergiversaciones? Para mí está claro. Se pretendido con ellas, en primer lugar, alejar al ciudadano común de la decisión y solución de los problemas que son de su incumbencia y delegar a otros enfrentarlos y encauzarlos conforme a cómo conviene a los grupos dominantes y, en segundo lugar, que los interés de quienes dominan se vean como si fueran intereses generales.
Los partidos no expresan solamente la división entre gobernantes y gobernados, expresan las quiebras sociales. Para que realmente los partidos sean útiles tenemos que sacarlos de esos limites. La división entre gobernantes y gobernados es únicamente expresión de la división social, que es su razón de ser. Los grupos económicamente poderosos llevaron a los partidos a deslizarse hacia el centro, hacia el partido de todo el mundo, que hace que sus programas sean similares, para que gane quien gane, nadie amenace el sistema que permite que los capitales se sigan llevando el excedente que producen los trabajadores, limitando su elección no por las alternativas sociales sino por los manejos moralistas.
Por todas estas razones es explicable que no pocos sientan rechazo por una política que nada tiene que ver con la verdadera política, que nos produzca escozor escuchar hablar de políticos que son llamados así aún cuando lo que hacen no los acredita como tales, que no comulguemos con gobiernos que representando intereses de la burguesía se hagan pasar por representantes de todos, que, repitámoslo, veamos a todos los partidos como corruptos y engañifas.
Tienen razón en no encontrar un partido político que se aproxime a su ideal, pero para detener a un grupo que nos engañó, que está empeñado en llevar a la bancarrota económica, que ha renunciado a velar por la seguridad de sus ciudadanos, que pretende acabar con todos los equilibrios republicanos, que destruye todos los órganos limitantes del abuso y de la arbitrariedad, que persigue a cualquiera que se atreve a disentir de sus ocurrencias, que amenaza liquidar las reglas e instituciones democráticas, que sólo tiene dinero para darle a los que Amlo llama mascotas, que no hace ni una carretera ni una escuela ni un hospital, pero si tiene dinero para enviar a sus hijos de vagancia a los centros turísticos más caros, que habla de corrupción , cuando se le cae la línea 12 del Metro, por una corrupción que no castiga, comp no castiga la de Pio, Felipa, Elba Esther, Napo, Bartlet, Eréndida, Rocío Nahle…
Para evitar que Morena y Amlo, sigan destruyendo lo que los mexicanos hemos producido durante muchos años y acabe con las libertades que nos permitan continuar trabajando por una sociedad más justa, no hay de otra, utilicemos esos partidos que no nos gustan: PAN, PRI y PRD, para que termine el gobierno absolutista, mentiroso y de golfos que encabezan los morenistas, ya después renovaremos nuestros esfuerzos por tener mejores partidos, por ahora utilicemos la coalición Va por México, para evitar la dictadura de Amlo. Votemos este 6 de junio PAN, PRI y PRD.