Cuando ya le quedan tres y medio meses para que deje el cargo, cuando tan solo de que se vaya y deje en Xalapa en paz, le quedan algo así como 105 días; cuando ya a lo largo de más tres años logró convertir a la capital del estado en un verdadero muladar y a merced de la delincuencia, el actual alcalde Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, ya puede irse llevando consigo el nombramiento y el distintivo de ser el peor alcalde que ha tenido la llamada Atenas Veracruzana.

La obra de Xalapa, de la que tal vez el oriundo de Xochimilco pueda sentirse orgulloso, es la gran cantidad de baches que se encuentran por toda la ciudad, los cuales son difíciles de esquivar cuando alguien conduce un automotor. Haber permitido el incremento de un ambulantaje que será difícil erradicar; un alto índice delictivo, en el que se incluyen asaltos, robos a casa-habitación, levantones, cobros de piso, homicidios, feminicidios, los cuales se agregarán a la historia del sociólogo munícipe.

La falta de creación de empleos, que incrementó el número de personas deambulando con curriculum bajo el brazo, se habrá de cargar a la cuenta del presidente municipal que no generó los empleos que tanto prometió en campaña. La falta de promoción de la capital del estado como un atractivo turístico, obligó a cientos de negocios que dependían de la industria sin chimeneas, a cerrar sus puertas y enviar a cientos y miles de personas a la calle.

Los plantones y manifestaciones de colonos xalapeños solicitantes de servicios públicos, quienes a diario y a cualquier hora, se posesionaban de las calles y avenidas en demanda del cumplimiento oficial por parte del munícipe, quedan registrados en las páginas de los medios como un recuerdo de que la inoperancia, la ineficacia y la incapacidad de un alcalde siempre estuvieron presentes en el Cabildo xalapeño.

Pero, también en los archivos habrán de quedar registrados para siempre los hechos de corrupción que durante el periodo de Pedro Hipólito Rodríguez Herrero existieron y que fueron del dominio público.

Por todo lo anterior, cuando faltan 3 y medio meses para que se vaya, cuando la cuenta final de los 105 días empieza a correr en retroceso, cuando los hechos evidentes de un pésimo gobierno están a la vista de todos, incluyendo a las autoridades de la Contraloría, del ORFIS, del Congreso del Estado; de la Auditoría Superior de la Federación, de la SHCP y del Congreso Federal, es necesario cuestionar…¿no habrá sanción?