El tema del pésimo estado en que se encuentran las carreteras de Veracruz, da, sin lugar a dudas, para escribir  tantas notas que bien pueden llenar todos  los periódicos sin mencionar algún otro tema.

Circular, transitar, andar por las carreteras de Veracruz, se convierte en una verdadera proeza para quienes tenemos la imperiosa necesidad de trasladarnos de un punto a otro en la geografía veracruzana.

Salvar hoyos, baches o verdaderos cráteres, son parte de la pericia que debe poseer cada conductor para poder llegar a su destino sano y salvo.

Ante ello, todo parece indicar y suponer que las autoridades encargadas o, mejor dicho, los funcionarios responsables de atender y remediar el pésimo estado en que se encuentra la red carretera estatal, sin importar que sea federal, estatal o como la quieran denominar, se encuentran durmiendo o tirados de manera placentera en una confortable hamaca o bien disfrutando del aire acondicionado de sus confortables oficinas.

En el transcurrir del año 4 de la 4T en Veracruz, las carreteras están para llorar. Alguien deberá informarle al gobernador del Estado que la red carretera se encuentra en condiciones que ponen en peligró la vida de los automovilistas, inhiben el acceso del turismo, dificultan el transporte de productos del campo a las grandes ciudades, encarece, por tanto, el costo de los mismos, etc. Sin embargo, a pesar de todos los inconvenientes, los señalamientos y de la gran cantidad de accidentes que ocurren a diario en algún tramo carretero, tanto el titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas así como   el director de SCT en el Estado, no hacen nada por atender y resolver los problemas que generan el mal estado en que se encuentran dichas carreteras.

Documentar los accidentes, las pérdidas de vidas humanas, los costos por daños materiales, el padecimiento de estrés de los automovilistas, decíamos líneas arriba, de escribir todas las notas relacionadas, servirían para llenar periódicos completos, de los llamados de 8 columnas.

¿Un ejemplo?

Ahí está el pequeño bulevar que une a Xalapa con el vecino municipio de Coatepec. No pasa un solo día sin que no se conozca de una carambola y las consecuentes pérdidas materiales.

¿Otro ejemplo?

El tramo de boulevard que une Xalapa con Emiliano Zapata, proveniente de Veracruz hacia esta capital, donde, para manejarlo, como dice la canción, “hay que ser torero”

¿Qué cómo están las demás carreteras?

Pronto, muy pronto se los daremos a conocer.