Aquí, no pasa nada. No ha pasado nada. Y, lo peor es que, seguirá sin pasar nada. Y no es que realmente no pase nada, si pasan, muchas cosas ocurren a diario, cada hora, cada minuto, una noticia, un suceso se encarga de desvanecer lo ocurrido hace unos minutos, por importante o terrible que hubiese sido.

Pero, en el más imponente acontecimiento, tal cual un castillo de arena construido en alguna playa mexicana, ante la llegada de la primera ola, se destruye. Acá, los sucesos diarios, a diferencia de los castillos de arena, ni siquiera esperan la llegada de la ola; un hecho diferente – llámesele distractor- se encarga de sepultar de manera inmediata lo ocurrido con anterioridad.

Por citar algunos ejemplos.

A estas alturas ya nadie habla de la cancelación del NAIM. El cual, con su clausura como se dice coloquialmemente,  salió más caro el caldo que las albóndigas. ¿Alguien sabe cuánto se pagó de indemnización a las empresas participantes?  

O, ¿alguien sabe o conoce cuantos kilómetros de rieles lleva ya tendidos el famoso Tren Maya?  ¿Alguien sabe cuál ha sido su costo hasta ahora? ¿Se conoce cuál será su costo final? ¿Funcionará?

¿Qué ha pasado con el rifado avión presidencial? ¿Quién obtuvo el premio? ¿Ya lo entregaron? ¿Y dónde está el avión?

¿Y qué ha pasado con la Línea 12 del Metro? ¿Hubo o no responsables? ¿La culpa la tuvo el tornillo? ¿Ya indemnizaron a los deudos de los difuntitos?

¿Qué ha pasado con los 43 jóvenes de Ayotzinapa?  ¿Qué pasó con la verdad histórica? ¿Qué pasó con el caso Ernestina Ascencio?

¿Qué ha ocurrido con los medicamentos para los niños con cáncer? ¿Qué ha pasado con las vacunas para evitar el coronavirus? ¿Qué pasa con los medicamentos para atender las demás enfermedades?

Y, etc, etc.

La lista es interminable. Una noticia deshace, literalmente, a la que surge enseguida y otra más, deja sin efecto a la anterior.

El factor informativo es de una vorágine tal que, cuando  se empieza a deglutir la primera, ya la avalancha viene con ímpetu que resulta difícil no olvidar lo ocurrido hace unas horas o minutos.

Por ello, el titulo del presente trabajo es: en este pueblo nunca pasa nada y, cuando pasa, ¡tampoco pasa nada!

O, ¿alguien ha visto que pase algo?