Christopher Rodríguez Jácome

Para muchos la vida humana es invaluable, el tesoro más preciado que tenemos, un concepto que va más allá que cualquier posesión, sin embargo, en Veracruz las cosas son un tanto diferentes, un tanto más oscuras, un tanto más siniestras.

Y es que en lo que alguna vez fue uno de los destinos turísticos favoritos de nacionales y extranjeros hoy por hoy se vive una de las épocas más violentas de los últimos tiempos, homicidios, feminicidios, robos, asaltos, todo va en ascenso, pero existe un delito que lastima a la sociedad de una manera tan despiadada que a veces pudiera ser difícil comprender que para muchos sea su medio de vida, habló sobre el secuestro.

La capital de nuestro estado forma parte de una lista en la que nadie quiere estar, somos el segundo lugar a nivel nacional en secuestros, solo 2 secuestros por debajo del primer lugar, mientras que Coatzacoalcos forma parte de la misma lista en la posición número 4, ranqueados en un puesto más alto que Reynosa, Tamaulipas, por lo que en materia de inseguridad y de acuerdo a las cifras, estamos mucho peor que el estado fronterizo de las eternas peleas de plaza.

De acuerdo a cifras de Alto al Secuestro, el estado de Veracruz ha acumulado un total de 720 casos denunciados en el periodo de diciembre 2018 a Marzo 2021, tiempo que comprende al inicio y actualidad del gobierno Estatal y Federal, de los cuales Xalapa acapara 47 casos mientras que Coatzacoalcos 42, otras ciudades con altos índices, pero que no han logrado -aún- escalar a los primeros 5 lugares de las ciudades dónde tu vida está valorada en unos cuantos pesos, son Córdoba, con 39 casos, Veracruz, con 37 y Martínez de la Torre, con 36 secuestros denunciados.

Pero para comprender la verdadera preocupación en esto debemos primero analizar los secuestros y tal vez así tener más conciencia sobre esto.

Cualquiera con un mal día, un episodio de celos, un arranque de violencia o bajo la influencia de alguna sustancia tóxica puede matar, pero para secuestrar se necesita una sangre fría permanente, carecer totalmente de remordimiento, de empatía, de moral, de valores, ser totalmente un monstruo, pues mayormente son delitos planeados por días, semanas o meses, cuando los secuestradores capturan a sus víctimas es porque ya conocen sus horarios, su rutina, ya conoce a sus familiares, amigos, socios, ya sabe el lugar y el momento en el que actuará, ya recorrió más de una docenas de veces su ruta de escape para calcular el tráfico, los semáforos y el horario habitual en el que la policía tiene presencia en la zona -suponiendo que no sean sus cómplices, claro- para ese momento en el que tú apenas te das cuenta que estás siendo víctima de un secuestro, tus captores ya tiene semanas con la habitación oscura que será tu hogar el tiempo necesario para obtener su pago, ya tienen el balde del que beberás agua y el platón del que vas a comer las sobras que te den, ellos ya tienen un infierno privado solo para ti, incluso la fosa que podrías ocupar por la eternidad si algo no sale de acuerdo al plan, todo está listo, no hay crimen igual a este, pocos delincuentes son más peligrosos para la sociedad que los secuestradores, pues es su medio de vida, para ellos eres sólo una mercancía más y están dispuestos a venderte por un precio razonable a quien quiera recuperarte.

¿Ya entendiste, entonces, porqué es tan alarmante que nuestra ciudad capital y cuna de los tres poderes estatales ocupe el lugar número dos de esa lista negra?

Una ciudad tapizada de cámaras, con más de 5 mil policías estatales, más de 500 municipales, cuatro docenas de ministeriales, y con recorridos permanentes de la Secretaría de Marina y el Ejército Mexicano, pero también casa de más de 5 cárteles del narcotráfico, incontables pandillas y cientos de grupos dedicados a la extorsión, esa ciudad que fue conocida alguna vez como La Atenas Veracruzana, hoy es una ciudad de mercaderes de vidas.

¿Piensas que tu vida es invaluable? ¡Ven a Veracruz! Te garantizo que aquí encontrarás a alguien que le ponga un precio.

crimrodriguez@hotmail.com