No tardó mucho la respuesta a Ricardo Monreal respecto a su propuesta de cambiar en MORENA el método de selección de candidatos, de elecciones primarias en vez de consultas. Para disipar toda duda y “malos entendidos” no fue Mario Delgado, el dirigente formal de Morena, quien respondió a Monreal, sino el dirigente real, el líder moral. En pregunta a modo, el presidente López Obrador ya no midió escrúpulos políticos, o sea, fuera máscaras: “¿Claudia (Sheinbaum) es su preferida?”, “No tengo ningún preferido, a ninguna preferida, hablando en términos de pluralidad”. Fue cuando aclaró: “Se hace una encuesta y se ve quién es quién y se resuelve el problema, eso es el método que yo considero más conveniente”. O sea, ponle como quieras. Ahora a Monreal le corresponde hacer su jugada que, como en el ajedrez, tomará su tiempo.