Por Ángel Álvaro Peña

En Tuxpan, Veracruz se construye un camino sobre la orilla de la playa, que conduce a Barra de Galindo, la comunidad contigua, conformada por pescadores. La obra la realiza la empresa española COPSA, que debió concluirse en diciembre pasado, es decir, antes de que el anterior alcalde panista, se fuera; sin embargo, la carretera continúa con el apoyo de la CFE, cuyo, superintendente, Juan Pablo Esquivias, encabeza la termoeléctrica Adolfo López Mateos.

Este camino debió realizarse desde que inició operaciones la termoeléctrica, es decir en 1991, pero extraños manejos entre la termoeléctrica y algunos presidentes municipales retrasaron más de 30 años el proyecto que ahora retoma la nueva administración municipal.

La secretaria de Energía, Rocío Nahle, se comprometió con el gobierno del estado y el municipal, desde hace meses, a la conclusión de este camino aplazado por los intereses de quienes manejan la termoeléctrica y algunos de los presidentes municipales de Tuxpan, que aceptaban que construirían el camino, pero se dividían el botín.

Se realizó una parte del camino que partía de la clínica del IMSS a la Termoeléctrica, obra que Mancha anunció como propia, a pesar de que se había realizado con fondos federales.

La CFE tiene un presupuesto destinado al mantenimiento del camino, pero como hay camino, ese dinero se extravía entre la administración de la termoeléctrica. Esa es la práctica con presidentes municipales como el anterior presidente municipal, Juan Antonio Mancha, quien suplicaba a Iberdrola que no se fuera, porque vería perdidos millones de pesos que le ofreció la empresa española para darle todas las facilidades de operar en Tuxpan. Mancha ante la desesperación de ver perdido su negocio con Iberdrola, se reunió con medios para echar abajo la disposición del gobierno federal de concluir todo trato comercial con Iberdrola.

La empresa española ya contaba con el permiso de interconexión con el Centro Nacional de Control de Energía.

Mancha se quedó con el dinero de Iberdrola y compartió con el superintendente de la termoeléctrica, Juan Pablo Esquivias el dinero el mantenimiento de un camino que apenas empieza a realizarse. Es lamentable que a estas alturas personas como Esquivias represente a una empresa que está en el ojo del huracán como la CFE.

El superintendente, quien ocupa el puesto desde el sexenio anterior, es el responsable del retraso de las obras que debieron concluirse antes de que terminara la anterior administración municipal, ocasionando problemas a la actual.

La posición de la actual administración, encabeza José Manuel Pozos, contrasta con la burocrática forma de trabajar de la termoeléctrica, donde, a pesar de que la CFE debe tener una dinámica diferente, se muestra lenta y poco eficiente. La personalidad del propio superintendente, prepotente y arbitrario, muestra una forma de conducirse que ya no es propia de la administración pública y mucho menos de la empresa para la que trabaja que en todo el país mantiene una eficiencia total, menos en la termoeléctrica de Tuxpan, que es punta de lanza para el desarrollo de energía en México y del puerto de proyección mundial.

Desde hace meses la Termoeléctrica depositó miles de toneladas de arena en la costa, provocando un desequilibrio ecológico a la zona de influencia del Área de Protección de Flora y Fauna Sistema Arrecifal.

Dicha arena proveniente del desazolve de los canales de la termoeléctrica de Tuxpan, ha sido depositado a todo lo largo de la playa, entre los canales de descarga y Barra de Galindo, alterando la línea de costa, para fortalecer el dique de agua de la Termoeléctrica.

Ahora la construcción de la carreta hacia Galindo pareciera no contar con el estudio de Impacto ambiental. Así, al construir una ruta alterna de ocho metros de ancho, entre la barrera que sirve de obstáculo al viento y evita la acumulación de arena, provocará que el sistema ecológico sufra consecuencias irreversibles como el hecho de que las tortugas no puedan desovar.

Juan Pablo Esquivias y el antiguo presidente municipal mantuvieron una amistad estrecha, así como intereses comunes. La vigilancia de la termoeléctrica incluía la de la casa de la playa del alcalde panista que se encuentra al final de dicha construcción, y que gozaba de un cuerpo de seguridad uniformado exclusiva.

Ya la advertencia sobre la necesidad de un cuidado preciso con la naturaleza del lugar la dio a conocer de manera alarmante, el investigador de la Universidad VeracruzanaCarlos Welsh, quien advirtió de un escenario triste a dentro de 50 años, más de 600 kilómetros de playas, buena parte de la infraestructura turística, incluida la de Costa Esmeralda y Veracruz-Boca del Río, junto con más de 200 kilómetros de caminos y alrededor de 20 de puertos marítimos, se perderán debido al cambio climático, según estimaciones de científicos de esa Universidad y la UNAM.

De acuerdo con Carlos Welsh, los escenarios obligan a tener una visión integral de la política energética y de las emisiones contaminantes, y mejorar así la toma de decisiones en el presente. La progresiva mancha de petróleo en las playas afecta al turismo y la actividad pesquera de la que viven miles de personas.

PEGA Y CORRE. – A veces la paz mundial y la autodeterminación de los pueblos chocan y se contradicen tanto que llegan al enfrentamiento. Nadie quiere guerra, pero los intereses de unos pocos hacen de la muerte su mejor inversión…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.