Alfredo Bielma VillanuevaAlfredo Bielma Villanueva

Un detenido análisis relativo a la elección de gobernador del estado de México publicado el domingo en El Economista alude a la estrategia de los partidos con registro para ganar esa elección, en ambos bandos, el PRI-PAN-PRD por un lado y MoReNa con el Verde y el Pt por otro, hacen cuentas y fijan como meta para ganar superar el número de votos obtenidos en la elección de 2021: “el PAN quiere elevar los 900 mil votos de ese año a un millón, el PRI, pasar de 1 millón 700 mil a dos millones; el PRD de menos de 300 mil a 400 mil y Nueva Alianza alcanzar 300 mil votos, la suma de esos sufragios”, calculan, les daría el triunfo. Por su parte, MoReNa aspira “pasar del millón 871, 709 votos de 2017 a tres millones 600,000…” este año, diferente tipo de elección, por supuesto. En cada bando asientan sus expectativas, en el PRI esperan ganar si consiguen 3 millones 700 mil votos; MoReNa calcula su techo triunfador en 3 millones 400 mil votos. Obviamente, el secreto es conseguirlos; pero loa cálculos son elemento indispensable en cualquier estrategia electoral. Esa una elección que despierta un sinfín de expectativas, entre otros motivos porque se trata de una lista nominal de electores con poco más de 13 millones de ciudadanos inscritos. En ese orden se encuentra Veracruz, el cuarto padrón electoral en importancia, cercano a los 6 millones de ciudadanos; es apetitoso bocado ya disfrutado por el PRI, el PAN y ahora por MoReNa. En esta entidad es probable se escenifique en 2024 una genuina pugna electoral entre los bandos integrados de acuerdo a las circunstancias, MoReNa, que ejerce el poder actualmente, por un lado, y el PRI, el PAN y el PRD por otro, una trilogía antaño en permanente disputa y ahora su condición de opositores los congrega para combatir en común. El PRI perdió su hegemonía bastante añosa en 2016 frente a su tradicional opositor, el PAN, para un periodo de dos años, abanderado por Miguel Ángel Yunes Linares. En retrospectiva ahora observamos con claridad la conveniencia en aquel entonces de haber unificado sus fuerzas el PRI y el PAN, pues con la suma de sus votos ningún tsunami electoral los habría superado ya que MoReNa obtuvo 1 millón 667 239 a favor de Cuitláhuac García, mientras el PAN 1 millón 453 938, que sumados a los 565 mil 067 del PRI hubieran rebasado los dos millones de sufragios. Eso es parte del hubiera y sucedió hace casi cinco años, tiempos y circunstancias diferentes porque ahora MoReNa está en el poder y sin duda quienes sean los candidatos de uno y otro lado aportarán lo suyo en el desarrollo del proceso electoral 2024. Ya solo es asunto de meses y los finales del actual periodo de gobierno, los más difíciles para quien ejerce el poder porque se acumulan los pendientes y sobrevienen el balance y la evaluación. Pero esto es solo una expectativa, porque aún correrá mucha agua bajo los puentes del país y de Veracruz.