Cuando se junta el sentimiento antimexicano, el desconocimiento de la historia y las elecciones, los políticos son capaces de enloquecer. Más aún desesperados ante la posibilidad de la derrota electoral, pero no estamos hablando de México sino de Estados Unidos, donde el gobernador de Texas, el Republicano Greg Abbott, amenaza con invadir México si los números de cruces ilegales de personas siguen aumentando en la frontera sur de su estado.

El New York Times, Abbott informó que el declarado enemigo de los mexicanos envió a estudio de sus asesores una posible invasión a nuestro país y arrogarse los poderes de guerra y así obtener la categoría suficiente para aumentar su poder en la frontera con México, con miras a una incursión policial a territorio mexicano.

Se comenta que esto sería posible si se declara una «invasión» para cumplir con una cláusula de la constitución de Estados Unidos, que dice que los estados no pueden entrar en guerra excepto cuando son «realmente invadidos» y para Greg la llegada de migrantes es una invasión y no un derecho humano.

Por su parte, el equipo jurídico de Abbott y el fiscal general de Texas, Ken Paxton, se reunieron para debatir la medida, que pondría al estado en una colisión frontal con el gobierno federal al permitir que la policía estatal arreste y deporte a inmigrantes. Es decir, tendría que pelear con Biden y enviar su propuesta al Congreso para que pudiera actuar conforme a las leyes, pero mientras esto sucede las elecciones ya habrán pasado y la intentona de Abbott no pasará de ser un alarde electorero.

Cómo hace falta ahora un Francisco Villa, que visite Nuevo México a poner en orden a algunos salvajes antimexicanos que ven la historia desde un plano bastante miope y la realidad desde un arista obtuso y conservador.

Hace 105 años, el 9 de marzo de 1916, las tropas del revolucionario mexicano Francisco «Pancho» Villa irrumpieron en el poblado de Columbus, Nuevo México. Donde, cerca de 600 milicianos pertenecientes a la División del Norte cruzaron la frontera y en una batalla de seis horas abatieron a la guardia del cuartel y colgaron a los guardias de los postes de luz como muestra de superioridad ente el embate gringo.

“¡Viva México! ¡Mueran los gringos!», fue el grito de guerra de Pancho Villa al entrar a la nación vecina.

Pero ahora Abbott pareciera ser más feroz que las guerrillas revolucionarias y sus jefes de hace más de un siglo, porque afirma: «Si utilizamos esta estrategia, podría exponer a las fuerzas del orden en el estado de Texas a ser perseguidos penalmente, sin embargo, ¿Es algo que estamos contemplando? Sí».

Funcionarios federales y estatales, así como políticos demócratas del país han catalogado las acciones de Abbott en la frontera como un “truco político”, los mexicanos lo consideramos como una payasada propia de quien desconoce la historia y es un fanático enemigo de México y los mexicanos.

Todo esto lo hace Abbott para ganar votos cuando no sabe que cerrar la frontera se convierte en un boomerang, porque al hacerlo los comerciantes de la frontera pierden millones de dólares al dejar de vender a los clientes mexicanos que cruzan para adquirir mercancías todos los días y sólo logrará que comerciantes, sus familias y los clientes, radicados en ese estado, voten contra el rabioso gobernador de Texas.

Pero aquí no termina la agresión y el menosprecio de Abbott hacia los mexicanos, porque el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, calificó de “extorsión” su postura, que ha levantado los controles extraordinarios de mercancías en la frontera a cambio de concesiones de los gobernadores de los estados mexicanos fronterizos.

Los controles implantados por las autoridades texanas provocaban colas de entre 24 y 30 horas en la frontera, lo que forzó a los gobernadores de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua a negociar, cada uno por su cuenta, acuerdos y concesiones, comentó Ebrard, quien parece no darse cuenta de que los gobernadores de esas entidades no son de Morena, y cabe la posibilidad no sólo que se hayan asustado con el “petate del muerto” sino que estén de acuerdo en este chantaje del texano para perjudicar a la 4T.

Porque debemos recordar que la actual gobernadora de Chihuahua es Maru Campos, del PAN; de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, del PRI; de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, de Movimiento Ciudadano y Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, del PAN. Al rato van a querer independizarse y anexarse a Estados Unidos, país que admiran y aspiran vivir en él. Ahí está el ejemplo de la esposa de Samuel García, que llama a su entidad Nuevolandia.

Es el esquema de extorsión. Más bien es una extorsión. Cierro la frontera y tienes que firmar lo que yo diga. Ese no es un acuerdo. Un acuerdo es que tú y yo estemos de acuerdo en algo y el problema de la migración no es de México. Son las decisiones que Estados Unidos debe tomar”, comentó desde Nuevo León, a donde viajo para poner orden en este chantaje.

Ebrard considera que los mandatarios estatales mexicanos “no tenían otra alternativa” más que firmar la amenaza del gobernador de Texas.

Por su parte, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, reconoció que su país se prepara para recibir una oleada de inmigrantes y enfrentar una «presión extraordinaria» en la frontera con México una vez que se eliminen las restricciones de entrada relacionadas con la pandemia de Covid 19.

Es decir, esto es una prueba más de que la pandemia ha desaparecido en México; sin embargo, los migrantes pueden no ser controlados o no estar vacunados, lo cual complica su acceso al vecino país del norte, lo cual requiere de tiempo y un esfuerzo en recursos humanos superior al planeado; sin embargo, el tema sanitario no es importante para Abbott, él simplemente no quiere migrantes en territorio texano.

Tan sólo en Houston, Texas más de la cuarta parte de los habitantes son de origen latino.

Mayorkas admitió la amplitud del problema y repitió el contundente mensaje de «No vengas» a cualquier posible migrante que esté pensando en cruzar la frontera ilegalmente, pero el proyecto del demócrata Joe Biden, es poner fin el 23 de mayo al denominado «Título 42», la medida que permite en la actualidad la expulsión rápida de inmigrantes con argumentos sanitarios, lo cual ha provocado reclamos de varios sectores políticos, sobre todo en tiempos prelectorales”.

El discurso político es cada vez más agresivo tanto en estados unidos como en México. Las advertencias se convierten en amenazas y la legalidad es cada día más flexible cuando en realidad debe cumplirse con estricto sentido del derecho. Recordemos que después del discurso violento viene la agresión real.

PEGA Y CORRE. La oposición mostró con su creciente desesperación que había puesto algo más que esperanzas en la figura de Luis Donaldo Colosio Riojas para 2024, ahora que se cayó del pedestal, la orfandad de algunos se hace manifiesta…

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