Si las autoridades olvidan, las familias de los desaparecidos no.

Ante la indolencia y desidia oficial, los familiares se han convertido en investigadores.

Este lunes se conmemoró el Día Internacional de la Desaparición Forzada; hubo manifestaciones de organizaciones y ciudadanos.

Colectivos como Enlaces Familia Xalapa, La Esperanza del Reencuentro o activistas como Katia Vera y Belén González, coinciden en señalar una cosa: el escaso trabajo que realiza la Fiscalía General del Estado (FGE).

Incluso, acusan, que tanto el ente estatal como la Fiscalía General de la República (FGR) han dejado pasar hasta diez años sin investigar los casos.

Hay un desinterés de las autoridades que se queda en el discurso mediático.

Por ello, las familias son las que recaban datos, acuden a los puntos y excavan. El mejor ejemplo es el predio La Guapota, ubicado en la región de Úrsulo Galván.

Pero las acusaciones y señalamientos contra las autoridades van más allá. El colectivo Buscando a Nuestros Desaparecidos indica, por ejemplo, que la parte oficial oculta información porque podría vincularse a funcionarios de todos los niveles de gobierno.

“Las autoridades no se meten a esa información porque tienen miedo o están involucradas; creo que tienen órdenes de no dar información que pueda poner en peligro a algún ministerio público o fiscales”, manifiesta la integrante María Elena Gutiérrez.

Además, la pandemia del coronavirus fue el mejor pretexto para que las autoridades aplazaran las investigaciones en los diferentes puntos de la geografía veracruzana.

Así, mientras las autoridades se encuentran inactivas y pasivas, las familias no se detienen, no se rinden. Buscarán a sus hijos, hijas o parientes para saber qué fue de ellos y por qué se los llevaron.

Las familias de algo están seguras, continuarán en la búsqueda de sus seres queridos, a pesar de todo y de todos. Con o sin ayuda de las autoridades que sólo muestran indolencia y omisión.

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