Stephanie Henaro

Los cárteles del Covid-19 han llegado para demostrarnos una vez más, que lo que para algunos puede ser un río revuelto, para otros puede ser ganancia de pescadores.

Porque sin importar con el cristal con que se mire, tal parece ser que mientras la economía formal se encuentra en apuros, la del crimen organizado mantiene su músculo. En un mundo cambiante en el que la seguridad nacional, se ha vuelto personal.

Por la desafortunada hazaña de un virus que fue capaz de derrotar a los imperios armamentísticos mejor equipados, a través de las personas, y de ahí el que la salud se haya vuelto la nueva llave para abrir fronteras, o cerrarlas.

Todo depende del resultado de una prueba.

Países como Estados Unidos, Francia, Italia Australia, Japón, España, Cuba, Argentina, y Chile, son algunos de los países que han comenzado a exigir pruebas de Covid-19 negativas a los viajeros que intenten ingresar vía aérea, que se haya hecho hasta tres días antes del abordaje, como máximo.

Mientras que otros como Canadá han decidido ir un paso más adelante, y pedir la presentación de una prueba PCR antes de abordar un vuelo hacia ese país, y una cuarentena obligatoria de 14 días, al llegar.

Medida que próximamente también podría ser agregada a la esfera de seguridad estadounidense, aunque el presidente Biden aún no ha especificado la duración.

Por lo que se puede decir que los turistas están en apuros y esto ha dado pie a que el crimen organizado, les haga una oferta que muchos, no pueden rechazar.

Con base a una investigación reciente realizada por EL PAÍS en la Riviera Maya hay un mercado creciente de pruebas falsas PCR, hechas a la medida, y listas en 10 minutos.

El costo ronda cerca de los 800 pesos mexicanos, equivalente a menos de una quinta parte de lo que normalmente cuestan “las originales” que van desde los 1,450 hasta los 7,000 pesos, y exenta a “los clientes” de hacerse el hisopado.

Actividad que de expandirse, no sólo podría consolidar un riesgo de salud para los compañeros de vuelo y el país receptor, sino que también podría poner a nuestro país en problemas con la comunidad internacional, por la falta del confianza.

Dentro de lo que no sería extraño del todo, que comenzaran a emitirse restricciones excepcionales para los viajeros que visiten México, que acabarían por desalentar a los turistas que con todo y pandemia, hicieron de nuestro país el tercer destino más visitado en 2020.

Situación que podría cambiar para este 2021, si la cuarentena excede al tiempo de estadía, por ejemplo.

De cualquier manera, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, ya ha puesto en marcha un formato obligatorio que firman los turistas para hacerse responsables de que la prueba es auténtica.  Acompañado por un operativo del gobierno de Quintana Roo, coordinado con los 44 consulados en Cancún y las autoridades aeroportuarias.

No obstante, “los Cárteles del Covid-19”, aún continúan anotando puntos con cada “cliente” que logra cruzar la frontera “sin problemas”.

En un contexto global de aumento de casos, de nuevas variantes, y en el nacional de un país que está próximo a rebasar a la India en número de muertos, y que de acuerdo a datos de The New York Times, tardará cerca de 9 años en vacunar a la mayoría de su población, si mantiene el ritmo actual.

A lo que se le debe sumar, que a los viajeros que eligen a nuestro país como destino, no se les pide nada a cambio, mientras tienen acceso a los nacientes “cárteles del Covid-19”.

El último en salir apague la luz.

Twitter: @HenaroStephanie