Después de la paliza recibida en Veracruz hace dos años la oposición quedó en shock del que aún no ha logrado salir, lo que da ventaja a Morena para lo que viene dentro de unos meses.

Buena parte de la culpa de que la oposición siga aletargada, aturdida y sin una meta clara la tienen sus dirigentes estatales, que no pueden ni con la unidad interna en sus organizaciones.

Quedan los grupos de la sociedad civil, cada vez con mayor presencia, para cobijar a quienes serán los candidatos opositores, pero estos aún no tienen la suficiente fuerza y están amarrados por los partidos, que no quieren soltar el pandero.

En el PAN su presidente Federico Salomón conduce una parte importante del panismo, pero no hay forma de coincidir con la facción encabezada por Joaquín Guzmán Avilés, quien ya no se puede quitar su cercanía con Morena.

En el PRI Marlon Ramírez prolonga su estancia en la presidencia y estará ahí hasta que al presidente nacional Alejandro Moreno le convenga. Ven por sus intereses y eso daña al partido.

En el PRD cada día que pasa su dirigente Sergio Cadena se encarga de achicarlo y ese partido va en el camino de perder su registro.

Y en Movimiento Ciudadano su líder Dante Delgado juega con respaldar a Pepe Yunes o a Héctor Yunes y a los dos les habla bonito.

Dante, repetimos, trae su juego, por lo mismo ya fue soltada la posibilidad de lanzar como candidato a gobernador a José Manuel del Río, el exalcalde y exdiputado actualmente funcionario del Senado que en 2021 fue encarcelado por asuntos políticos y de esa forma ganó notoriedad en parte de la opinión pública, pero quien no tiene la imagen para ser competitivo en una contienda por la gubernatura.

¿Qué quiere entonces Dante? Lo que más le convenga y para obtener eso debe dejar pasar unos meses, cuando el panorama ya esté claro. Será cuando diga si MC va solo, se suma a la alianza o da una “sorpresa”.

En fin, en la oposición, hasta ahora y salvo que de última hora surja una o un Xóchitl Gálvez que le dé la vuelta al escenario político veracruzano, solo hay tres actores que PAN, PRI, PRD y MC (de sumarse a la alianza) apuntalarían para intentar arrebatarle a Morena la gubernatura.

Ellos son Pepe Yunes, Héctor Yunes y Patricia Lobeira. Los dos primeros llevan un buen tiempo recorriendo el estado, en tanto Lobeira, esposa de Miguel Ángel Yunes Márquez, tiene el escaparate de la alcaldía de Veracruz.

A estas alturas ya no se puede inventar, esos son los personajes e, insistimos, salvo que hubiera algo inesperado, veríamos a otra u otro veracruzano como el candidato de la oposición.

¿Puede uno de ellos ganarle la gubernatura a Morena, tras la paliza recibida en 2021 dado el extenso padrón de beneficiarios de programas sociales que maneja la 4T y la forma en que operaron para arrollar, método que volverían a utilizar?

Las condiciones son muy difíciles para los opositores, totalmente adversas, pero no es imposible un triunfo.

Falta ver cómo se organizan, qué tan unidos van y si no hay traidores de última hora que pongan toda su capacidad de operación al servicio de… Morena.