Alfredo Bielma VillanuevaAlfredo Bielma Villanueva

El inefable doctor López Gatell, nada científico en las prescripciones “rectoras” de su estrategia anticovid-19, está demostrando, una vez más la versatilidad de su discurso: vista la presión social generada por la solicitud de vacunar a niños con morbilidad, a lo cual se ha opuesto determinantemente, hecho al cual atribuyó intenciones políticas, ahora recula y señala: “las personas que desafortunadamente padezcan ciertas enfermedades que aumentan el riesgo de COVID grave, de una manera semejante al que ocurre en personas adultas sanas y con esas enfermedades”… estas personas pueden beneficiarse de ser vacunadas”, son alrededor de un millón en México. Tal aseveración no requirió, como suele suceder en el caso del discurso gateliano, de constancias científicas, ha bastado con la exigencia social para que en el mando político nacional sopesen el costo beneficio y den la instrucción correspondiente. Y como López Gatell obedece ciegamente esos dictados no hay ciencia que se le oponga ni escrúpulos profesionales que valgan. Ese ha sido el vericueto de la estrategia anticovid 19, la prevalencia del interés político sobre el buen manejo de la pandemia. Sin duda, a López Gatell la Historia lo juzgará en su justa dimensión.