Alfredo Bielma VillanuevaAlfredo Bielma Villanueva

Por muchos y variados motivos la refinería de Dos Bocas es uno de los temas más debatidos en el consenso de la comentocracia, en primer termino por el desfase existente entre lo originalmente proyectado y el resultado final, porque se proyectó a tres años con un costo de 8 mil millones de dólares y han transcurrido cinco años sin un solo litro de gasolina procesada, y el costo de construcción se ha elevado a más del doble. Según los cálculos esa planta esta capacitada para refinar 340 mil barriles diarios de petróleo, el 1 de agosto de 2019 inicio su construcción y fue formalmente inaugurada el 1 de julio de 2022, aunque a mayo de 2024 aun no refina un litro de diésel. La encargada de construirla fue la ingeniera Rocío Nahle, actual candidata al gobierno de Veracruz pese a no ser oriunda de esta entidad. Previo a esta circunstancia la especulación giraba en torno a la dificultad de hacerla candidata por haber fallado feamente en el cálculo de construcción y el tiempo para su funcionamiento, pero hete aquí que aun no ganando la encuesta organizada por Morena entre aspirantes al gobierno veracruzano la señora Nahle resultó candidata ¿por qué? La respuesta orbita en el seno de los compromisos entre quien manda en Morena y quienes son candidateados, y en este caso particular preferimos evitar la especulación que bordar hipótesis sin asideros seguros. Lo cual no impide que venga a la memoria la fórmula de la ecuación cuatroteista: 10% de capacidad y 90% de lealtad.

Solo para redondear el porqué Dos Bocas es tema de controversia: la refinería Dear Park adquirida por Pemex en Houston, tiene capacidad de procesar 340 mil barriles diarios de petróleo crudo, según información al público produce 110 mil barriles diarios de  gasolina; de diésel 95,000 barriles diarios; de turbosina25,000 barriles diarios, es una producción muy similar a la que tendrá Dos Bocas cuando funcione, la “pequeña” diferencia con la Olmeca es su costo de 600 millones de dólares. Otra vez ¿por qué? ¿quién lo sabe? Lo seguro es que la señora Rocío Nahle es candidata a gobernar una entidad que no conoce, que le entró a este proceso electoral creyendo que se limitaría a festivas recepciones de gente llevada para aplaudir, pensando que si una gran porción de votantes veracruzanos en 2018 votaron por Cuitláhuac García, sin medir el contexto de ese fenómeno, habrá supuesto una inercia electoral en automático. Pero ahora, ya en la ruta crítica del proceso, a solo 22 días de la jornada electoral, con decenas de denuncias a cuestas, está ocupada en aclarar el origen de su abultado patrimonio inmobiliario y en la incertidumbre diaria de que ya no aparezcan otras más. Dicen en el llano: si quieres saber hasta de qué vas a morir metete a la política. Pero vale la pena cuando quien nada debe, nada teme.