JOSE LIMA COBOS

“ A que te supo lo robado ,Pedro”, dijo el Mesías, en tanto, Enrique  Peña Nieto sentenció ”no te  preocupes Rosario”, sin embargo, ahora , Robles Berlanga , cargará sobre sus espaldas  con dos delitos graves , como es el lavado de activos y delincuencia organizada, además de ejercicio indebido de funciones, por los que está en prisión y de condenarse- además de resarcir a la nación del daño patrimonial por más de cinco mil millones de pesos- tendrá que purgar su condena, salvo, por supuesto, que manifieste que recibió ordenes u instrucciones de su jefe inmediato.

La otrora influyente servidora de Peña Nieto- que no de la nación- hizo y deshizo a su antojo en las dos secretarías de Estado que tuvo bajo su responsabilidad,  a grado tal que colocó a su hija como diputada federal y en su afán de eficiencia corruptora , envolvió a varias universidades públicas , que hicieron su agosto y que ahora los directores de algunos patronatos, como el de Hidalgo, están  en prisión.

Si , como se observa,  de manera  palmaria,  que la mayoría de los gobiernos de los estados están en auténtica quiebra, – lo mismo se observa en los más de cuatro mil ayuntamientos que han despilfarrado los recursos que le entrega la federación o que son recursos propios- y se truenan los dedos porque no podrán resolver los compromisos que contrajeron en su gestión, no les queda  más camino que el lloriqueo, sin embargo, la decisión tomada por el presidente de la república ha sido determinante y que no entregará más  recursos que aquellos legítimamente esta establecido el  convenio de coordinación fiscal, no les que más que rumiar su enojo a grado que , las amenazas no se dejan sentir, un especie de espantar con el petate del muerto.

La decisión está tomada y no hay retorno. Rosario Robles Berlanga, tendrá que pasar algunos años en  prisión ,pero no por un actuar arbitrario del gobierno como se ha tratado de insinuar, sino porque ha incurrido en responsabilidad penal y administrativa de gran envergadura, ajeno por completo a lo que aconteció con la maestra Elba Esther Gordillo, que si bien posee un enriquecimiento inexplicable como educadora, no menos cierto es que  fue una clara venganza de Peña Nieto por oponerse a la reforma educativa que tenía por objeto privatizar la  educación, o en el caso  del líder minero que persiguió Fox durante su gobierno por resistirse a no  ser cómplice de Germán Larrea- 14 mil millones de dólares, del saqueo de las minas del país y la explotación de sus trabajadores- ante el crimen industrial  de 63 personas que trabajan en  Pasta de Conchos, Coahuila donde no se ha hecho justicia a la viuda.

 Podría afirmarse que no es correcta la complacencia  del Presidente López Obrador  en el caso de Larrea, que debería ejerce la acción penal por el crimen industrial,  sin embargo, hay que entender que eso no ha terminado aún, porque sigue  vivo el reclamo de las víctimas y la Corte Interamericana ha determinado el castigo a los responsables,  tanto al concesionario de esa mina, como de las autoridades desde Fox hasta Peña Nieto por su omisión, así es que, no pueden cantar victoria y más cuando está en  puerta ,para agosto del 21 de la encuesta para enjuiciar a quienes han tenido responsabilidad en actos u omisiones del pasado, de ahí que la fiscalía general de la república  que preside Getz Manero tendrá mucho trabajo en los días por venir.

El código Federal  de procedimientos penales prevé los principios esenciales de presunción de inocencia, debido proceso, legalidad de las detenciones y demás garantías de los derechos humanos, luego entonces, ya no se puede actuar arbitrariamente ,como acontecía con el viejo sistema inquisitorio, – que solo importaba lo aparatoso y mediático, es decir, el escándalo-, para después caer el vacío , sin embargo ahora se privilegian los criterios de oportunidad y la reparación del daño para reducir la condena, lo que ha conducido a que tres de sus más cercanos colaboradores se han ofrecido como  colaboradores para  que Robles Berlanga, responda de sus acciones u omisiones, luego, la consecuencia es y será severa para la exservidora pública.