Alfredo Bielma VillanuevaAlfredo Bielma Villanueva

Similar al tronante ¡hágase la luz! se escuchó la categórica determinación presidencial: “llueve, truene o relampaguee” las clases presenciales iniciarán a finales de agosto. Así, ni más ni menos, sin previo diagnóstico acerca de cómo avanzará la nueva embestida del letal Covid-19 hoy por hoy en sostenido crecimiento de contagios, aunque “menos letal”, según afirma la secretaria de salud de la CDMX. Por supuesto, lo ideal sería la vuelta a clases presenciales de los educandos de México, sin embargo, en el horizonte nacional no se ven condiciones que garanticen estar libres del contagio, más aún cuando se trata de niños a quienes se expondría a esa probabilidad. Falta un mes para que se cumpla el plazo fijado para el arranque, y nadie en la cabalidad de sus sentidos desearía la no vuelta a clases presenciales si las condiciones fueran las idealmente propicias. Ojalá para agosto así sea.