“De antemano les digo, que yo quiero ser, quiero seguir siendo su voz desde el Congreso, quiero y les pido en este momento, su apoyo; quiero lo mejor para Xalapa y lo mejor para Veracruz… y para Xalapa, qué mejor que nuestro candidato don Ricardo Ahued Bardahuil… Este seis de junio les pido que votemos 3 de 3; recuerden que es muy importante estas elecciones, donde se van a renovar los congreso federal y del estado, entonces es muy importante su voto… así como también para el gobierno municipal…”

Palabras más, palabras menos de la diputada Rosalinda Galindo Silva, quien busca la reelección al cargo ondeando por Morena, la bandera exhortiva para que el ciudadano aplique el día de las elecciones el “3 de 3”.
Por supuesto que esta estrategia igual debe de aplicarla la otra alianza, la del PAN-PRD-PRI así como el resto de los partidos, porque ¿qué partido no quiere que voten en esta ocasión por sus tres opciones: candidato a diputado federal, diputado local y presidente municipal?
Hay que recordar que en el 2018, Andrés Manuel López Obrador pidió el 5 de 5, que incluía los legisladores locales y federales, Senadores, gobernador y Presidente.
Es bueno igual recordar que el voto no es más que un salto de fe, cuando aparece un “completo desconocido” en las boletas, o un salto de confianza, cuando ya se le conoce por su experiencia y trabajo.
También es bueno recordar el papel que jugó Andrés Manuel López Obrador como “Candidato Ancla” en ese proceso electoral.
El Candidato Ancla por lo regular, es un personaje influyente, afianzado, que ejerce un efecto positivo en el resto de los candidatos que lo acompañan porque se suman a su proyecto, aunque no por ello se pueda decir que sean tan buenos como el que arrastra los votos.
¡Qué chingón el partido que tenga tres Candidatos Anclas! es decir, que los tres que participan por los cargos en disputa, jalen en el mismo sentido…!
¡Qué pinche joda para el partido que apoye sus esperanzas en un Candidato Ancla si sus otros candidatos lejos de reforzar el proyecto, lo menguan!
No sé si Ricardo Ahued pueda ser el mejor ejemplo de ello… la oposición ve en él a un candidato bien posicionado así como a David Velasco Chedraui… ambos, pues, Candidatos Ancla; la pregunta es si los candidatos que buscarán las curules federales y locales traen el mismo arrastre que ellos, ¿o esperan ser arrastrados por el efecto de Ahued y de David?
Xalapa, por supuesto, no es el único escenario con estos Candidatos Ancla por la presidencia municipal… ahí está Coatzacoalcos con Carlos “El Chuponcito” Vasconcelos vs Amado Cruz Malpica… ¿cómo ven a sus candidatos a las curules?; en Orizaba, el duelo de automovilistas entre Víctor Castelán Crivelli (el Transportista) y Juan Manuel Diez Francos (el vendedor de carros)… es cuestión de checar a quienes flanquean a estos candidatos; o qué decir de Tuxpan, con José Manuel Pozos Castro, El Cisne Silva Ramos y Pepe Mancha… igual en el Puerto se tendría que poner en la balanza a los que acompañan a Chiquiyunes y Ricardo Exsome…

¡Vamos! El 2018 dejó al ciudadano una experiencia sobre lo que implicó el 5 de 5… por supuesto, una cosa es ser realista y otra, apasionado porque además del Salto de Fe, de Confianza, a veces hay un amor ciego que obnubila la razón y puede que al final, al elector le valga madre que un candidato jamás haya hecho algo por su ciudad; esté acusado de corrupción; o simplemente haya ocupado el cargo para beneficiar a su familia, lo que de cierto modo, podría llevar a ese otro candidato, el de buena imagen, al de arrastre, al de prestigio, a una metamorfosis… pasar de Candidato Ancla a Candidato Yunta… un buey que nomás jale la carreta…

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