Sergio Hernández Hernández, aspirante sin programa, ya le anuncian una derrota inminente.

Apuntado, más no apuntalado para la alcaldía de Xalapa, se encuentra el aún diputado panista Sergio Hernández (a) “el bailador”, a quien su trabajo legislativo en dos legislaturas (LXIV y LXV) no le ayudan en lo más mínimo en su pretensión. El aspirante panista no trae, como dicen en el argot beisbolístico, nada en el brazo y el que fuera su padrino, jefe y protector en la pasada administración, hoy se encuentra ocupado y ufanado en defender el bastión que ya consideran de su entera y completa propiedad. Sus opositores, sobre todo una dama que también aspira al mismo cargo, le va a exhibir los trapitos sucios al “bailador” Eso que ni qué.

Octavio Pérez Garay, al alcalde de San Andrés Tuxtla, ya le suenan los tambores de guerra.

En San Andrés Tuxtla, allá en la llamada Suiza Veracruzana, empiezan a sonar los tambores de guerra y al munícipe independiente Octavio Pérez Garay, ya le declaran la guerra varios de los aspirantes que, ante el agravio y el desprecio del que fueron objeto, se aprestan a cobrar las correspondientes facturas. Pérez Garay, quien creyó que el tiempo de gobernar no terminaría nunca y sintiendo que tenía al Señor agarrado de los bigotes, cosechará las tempestades de los vientos que sembró. OPG recibió ya el primer revés cuando intentó impulsar a su familiar a la diputación; hoy busca con quien formar una alianza protectora que le permita continuar en el escenario.  Priista primero, independiente después, pero el vástago de la exdiputada y exalcaldesa Marina Garay, se le ve frecuentemente en los pasillos de un partido azul que está en la calle Zamora esquina con Juan Soto en la capital del estado. ¿Ya busca la sombra del árbol para que no le dé duro el sol?

José Ángel Ponce García, el dirigente azucarero al que le cayó el covid-19 como anillo al dedo.

A quienes sí les cayó como anillo al dedo el COVID-19, fue a los dirigentes azucareros, en particular a su jerarca José Ángel Ponce García, quien se mantiene enclaustrado por temor a resultar contagiado, ya que la edad lo hace vulnerable. Por ello, afirman los propios obreros, “si antes no nos atendía, hoy mucho menos lo hará” Los trabajadores de las factorías no olvidan la falta de atención y de respuestas a sus múltiples peticiones que han formulado a los dirigentes nacionales quienes, al más puro estilo salinista, “ni los ven ni los oyen”  Triste y bastante gris es el panorama que se observa en el recién iniciado 2021 para los obreros azucareros del país. ¿Cuántos ingenios más cerrarán y cuántos trabajadores se habrán de quedar sin su fuente laboral y de ingresos?

Juan Javier Gómez Cazarín, otro “palo” más de la SCJN a sus aberrantes reformas

En este mismo espacio hemos dado cuenta de la falta de oficio y de capacidad de parte del presidente de la junta de coordinación política del Congreso local Juan Javier Gómez Cazarín, quien en materia política no da una. Y es que la SCJN le acaba de echar abajo otra de sus “grandes” reformas, lo que deja a la vista de todo el mundo su falta de capacidad y su evidente inoperancia así como su falta de preparación en las tareas legislativas. El conocido como “el carón” pensó que legislar y hacer leyes, a base de ocurrencias era lo mismo que vender automóviles y luego de su encumbramiento como flamante legislador, su paso por la LXV ha sido marcado ya por cometer torpezas tras torpeza. De los actos de corrupción y de los abusos cometidos, ya habrá tiempo de publicar en posterior entrega.

Erika Ayala Ríos,  encubierto su nepotismo, se desplaza sin que autoridad alguna ose molestarla.

Nada pasó y nada pasará contra la aún dirigente del sindicato del COBAEV, Erika Ayala Ríos, quien al inicio de la presente administración fue acusada de nepotismo y de poseer una amplia pista de aterrizaje en la organización sindical que dirige. Con el fuero de diputada que la protege, pero que no impide poner al descubierto actos que son tipificados de delitos, la priista anda tan oronda y lironda por los pasillos del palacio legislativo, sin que autoridad alguna ose molestarla ni con el soplido de un citatorio. Desde siempre se ha dicho que el problema de México y de Veracruz, no es la corrupción, si no la impunidad que trae aparejada. El caso de doña Erika es simbólico y representativo.