Anoche perdió Vox y eso trae consigo un cambio de planes. Las elecciones le dieron menos lugares en el Congreso y eso no es como Santiago Abascal lo tenía previsto.

El líder del partido ultraderechista contaba con que los buenos resultados obtenidos en las pasadas elecciones del 28 de mayo, que otorgaron al partido un rol fundamental en la conformación de autonomías y ayuntamientos en los Gobiernos del PP, se repetirían y le darían fuerza suficiente para llegar a Moncloa en un Ejecutivo junto a los populares.

Salvo sorpresa, esto no parece que se vaya a repetir y a la hora del cierre los resultados arrojaron que perdían terreno.

De los 52 diputados con los que contaba solamente le quedaron 33 y eso se traduce en que pasó de obtener el 15% de los votos a tan sólo el 12%.

La estrategia falló y esto solamente se puede explicar por la presencia del Partido Popular o por el miedo que a muchos le da la idea del regreso de la extrema derecha al poder. Porque los remonta a la era de Francisco Franco y de ahí el que se dijera que la agrupación política podía convertir el 2023 en 1973.