A la incompetencia y falta de resultados del doctor Roberto Ramos Alor, el flamante y recomendado secretario de Salud del estado de Veracruz, ahora hay que agregarle las bufonadas que, sin pensar y con el alambre que va del cerebro a la lengua, lanza a cada rato y en contra de quien sea. Hace unos días, el doctorcito, como le respondieron los aludidos por las palabras del funcionario cuitlahuista, llamó y tildó de “gandallas” a los maestros que buscaban les fueran aplicada la segunda dosis de la vacuna contra el SaRS-Co-2. Ya no extraña que el titular de los servicios de salud de Veracruz, en todo momento y en cualquier lugar, al abrir la boca para excretar su pobre forma de pensar, se le salgan expresiones como aquella que les dijo a reporteros en una conferencia en palacio de gobierno. “a ustedes, ningún chile les embona” Lo triste es que el recomendado funcionario, sigue ahí, lamentablemente. Ahí viene la cuarta ola del Covid-19 y el apresurado regreso a clases.

A la alcaldesa de Córdoba, Leticia López Landero, quien se aventó la puntada de celebrar los 200 años de la firma de los Tratados de Córdoba y en donde, nos comentan, echó la casa por la ventana, por andar en las fanfarrias que ese tipo de eventos genera, se olvidó por completo que en el municipio que dice gobernar existe una gran cantidad de personas contagiadas por la enfermedad llamada influenza, sin que esto, obviamente, a la señora presidenta le quite el sueño ni le espante el hambre. La presidenta municipal hizo todo un evento, llegó el presidente López, el gobernador García y los aplausos de la mañana del 24 de agosto fuero para ella. En el evento, al que tuvimos oportunidad de asistir y en el que no vimos nada que fuera nuevo y, en cambio, todo trillado, lo mismo de siempre, el foclklore de lo que se realiza hoy y para mañana ya se ha olvidado. Sin embargo, lo que los cordobeses no van a olvidar nunca, serán las calles destrozadas, las colonias olvidadas, la falta de empleos y la creciente inseguridad que lacera a diario a una sociedad que se encuentra a merced del hampa.  ¿O no?

Aún en prisión, con expedientes abiertos por un gobierno ocurrente y por haberle causado ultrajes a la autoridad al rasgarle una camiseta a un policía el día de su detención, el perredista Rogelio Franco Castan, recluido en prisión, ya le ha sido tomada la protesta formal como legislador federal y por más que le quieran acumular o endilgar otros señalamientos, es un hecho que de un momento a otro saldrá de  la prisión de Pacho Viejo para incorporarse a la LXV Legislatura. O séase, que la salida del perredista, será otro fracaso más a la lista de fracasos legales que sufrirá la Fiscalía del Estado. Huelga decir que desde el Congreso de la Unión, RFC y el grupo de perredistas así como los panistas con los que hará equipo, se van a convertir en verdaderos bombarderos y sus misiles estarán dirigidos al edifico que se ubica frente a la Plaza Lerdo en la capital del Estado. Ahora, ya para finalizar, habrá que esperar qué comisiones le asignan al secretario de gobierno durante el yunato. ¡Sopas!

La indignación se hace presente en la tierra de la Ciudad de los  30 Caballeros, donde la inseguridad, por lo visto, ha llegado para quedarse y sentar en ese solar veracruzano, sus reales y fueros. Y el voz del actual alcalde electo de esa municipalidad, Juan Martínez Flores, se escucha fuerte y clara cuando señala que “Córdoba es una ciudad sin ley en un estado fallido” Obvio que no le falta razón cuando en un lapso de 24 horas le asesinan a dos importantes miembros de su futuro gabinete, sin que las autoridades encargadas de salvaguardar la integridad y garantizar la tranquilidad de la ciudadanía, hagan alguna declaración o den muestras de estar tomando las medidas necesarias para esclarecer los hechos que han enlutado a dos conocidas familias. El detalle es que los funcionarios que tomarían posesión de sus respectivos cargos en próximo 31 de diciembre, eran militantes del partido MORENA, el mismo al que pertenece el alcalde electo. Por lo pronto, Córdoba, la Ciudad de los 30 Caballeros, está que arde.

Cuatro meses, alga si como un poco más de 160 días le quedan para concluir su desgobierno en el municipio de Banderilla, al munícipe Juan Manuel Rivera González, quien poco o nada podrá presumir en su último informe de gobierno, porque, a decir de los propios banderillenses, las acciones del munícipe, no las ve nadie y por más que se busca, nadie las encuentra. Informado de lo anterior, el nuevo alcalde y la Comuna que habrá de tomar posesión en diciembre, ya alistan los documentos necesarios y suficientes para presentarlos ante el ORFIS, el Congreso del Estado, la ASF y la LXV Legislatura Federal, para que realicen las investigaciones pertinentes y hagan y resuelvan lo conducente de lo que deriven las investigaciones y observaciones que surjan en el municipio de Banderilla.